La mitología nórdica es, personalmente, una de las más impresionante que hayan existido alguna vez sobre la faz de la tierra, rodeada de creencias y leyendas tan fascinante como increíbles, y además de estar rodeada de una simbología casi exquisita. Dentro de este mundo tan hermoso como grande hay 2 símbolos que siempre me cautivaron, no solo por la mística que los rodea sino porque al imaginarme el poder que pudieran tener en su época hacen volar mi imaginación, se trata del Vegvisir y Aegishjalmur.
El vegvisir o mejor conocido como la “brújula vikinga” era un poderoso símbolo mágico que tenía la función de guiar a las personas durante las jornadas de tormentas o mal tiempo, según los especialistas en el tema se encuentra muy relacionada con brújula solar vikinga, un artefacto muy parecido a la rosa de los vientos. La aparición de este símbolo se da en un grimorio Islandés conocido como Galdabrok.
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El aegishjalmur o también conocido como “mascara del terror” o “hechizo del terror” era un símbolo mágico de protección. Según se dice era utilizado por los guerreros vikingos, pintándolos sobre sus frente y recitando ciertas palabras se aseguraban la victoria y se protegían, además que según sus creencias portando este símbolo lograban infundir miedo en los corazones de sus enemigos. Además de ser utilizados por estos guerreros también era usado como amuleto por los “hechiceros” o “vikti”.
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Al pensar en esta época, donde lo relacionado al mundo del mas allá controlaba el día a día de las personas, solo me sorprendo de imaginarme lo que realmente podría haber representado estos símbolos, objetos. Obviamente que actualmente tenemos una idea o al menos sabemos su “significado” pero aun así nunca podremos conocer con certeza lo que provocaba o infundía en los corazones de sus portadores.